Después de explorar un mundo fantástico con Greta, el lápiz siguió dibujando y mis manos siguieron tecleando una nueva historia. Reconozco que soy un poco perezosa escribiendo entradas en el blog, contando lo que voy haciendo, los proyectos que tengo en mente, pero es que cuando empiezo a escribir un nuevo libro, me absorbe tanto que casi hasta olvido que tengo un espacio virtual en el que contar mi trabajo diario. Me he despertado por las mañanas pensando en cómo transcurre la historia, durante el día mi mente se ha transportado al momento del libro que dejé por escribir, y cuando he tecleado por las noches, la historia ha fluido unas veces, y otras se ha resistido un poco más. Pero es lo que tiene ser una escritora sin mapa. Así, lo que consigo es que los personajes van construyendo la trama, los tiempos flexibles y las consecuencias de sus actos. Es como si fuera relatando sus vidas tal y como se van desarrollando.
Esta nueva historia, se combina historia del arte, fantasía y realidad.
Espero que en breve esté publicada, pero ya sé que todo lleva su proceso.
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